domingo, 3 de febrero de 2013

Domingo, me cagaste a trompadas.

Eso, bah... te dejé que me cagaras a trompadas, en cierto modo. Pero te ensañaste y me pegaste de más.

Igualmente, a quién no lo cagó a piñas un domingo, o un día cualquiera? Digo, no? No puedo ser el único, no es posible que sea el único ser en la tierra que termina un domingo como si se le hubiera parado al pie de la cama y le hubiera pegado hasta el hartazgo.

Ah si, feliz año. Hace mil que no entro acá, porque como todos mis blogs, y mis planes, y mis proyectos personales juntan polvo en un rincón porque me hago problema por alguna gilada reciente.

Hoy pensaba en hacer cosas de gente normal, no sé.. em, terminar el secundario ponele. Ir, presentarme, parar de pecho el examen e irme al menos con el analítico en trámite. JA. 

Por otro lado, estaría necesitando un cambio de aire ya mismo.


Cambio de aire: Cambiar el laburo, vestirme distinto, bajar de peso, etc. Cosas. Lo más importante es cambiar de laburo, obvio.


No les pasa que entran y le pegarían una piña al primero que cruce palabra? A mi sí. Entro y a los 15 minutos soy DeNiro en Taxi Driver, soy una bomba de tiempo y estallo en la cara de quien haga un poquitito de mérito, o no.

Esa sensación de agarrar el monitor de la pc y ponérselo de gorra a ese idiota que se te monta en un huevo, debería haber idiotas de alquiler para masacrar a roscazos y sentirse liberado. O también podría meditar, lo que no saciaría mi sed de sangre idiota pero al menos me amaina la bestia.

También podría buscar otro empleo y evitar el derramamiento de piezas dentarias en una alfombra mal limpiada. O no...

En fin... una frase que tengo en la cabeza hace tiempo "A cada cerdo le llega su San Martín" piensenla.

/k