lunes, 10 de junio de 2013

Ok.

Qué me tendría que decir a mi mismo? 

Nunca te pasó que te miraste fijo en el espejo y se te ocurrieron mil millones de cosas que te dirías si estuvieras parado al lado tuyo? Cosas que sabés que tendrías que haber hecho, dicho, actitudes que tendrías que haber tenido. Pero todo queda en el tintero, por alguna razón.

No sé, será que esto del choque me puso más reflexivo que antes (si, más). O eso de que todo pudo haber terminado en mi propia muerte me hace apreciar más cada día, cada hora, cada minuto de lo que me queda en esta vida. Fueron dos meses desde el choque, y aunque me muestre entero, me muestre bien, de buen humor o lo que sea la verdad que no. Fueron dos meses durísimos, de reconstruirme casi íntegramente, casi desde cero. De aceptar que estas cicatrices son una enseñanza, de (aún hoy) superar los miedos que me quedaron, de entender que todo esto me tiene que fortalecer en vez de derrumbarme.

Fueron dos meses de crecimiento constante, y que espero que no paren jamás. Espero que de acá a un tiempo mire atrás y se me llene el pecho de orgullo. Por lo pronto enfrento cada día con una sonrisa, y batallo a todos mis demonios mano a mano, con los huevos más puestos que nunca. 

Con cada paso está la decisión de dar el siguiente, y esa decisión está más firme que ayer, pero menos que mañana. 

Cada día es una victoria más. Y nada puede cambiar eso en mi mente y en mi corazón.

out
/k

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