(Sí, yo también pensé que iba a volver a colgar el blog y a la mierda.)
¿Cómo pretendo entender a otra gente si no me termino de entender a mi mismo nunca?
Qué pregunta, eh..
A veces me hago esa pregunta, sobretodo en momentos como el que estoy pasando. Esos momentos de "acostumbramiento", de "ah loco, pero si yo estuve así el mes pasado y la pasaba joya".
Siempre cuando salgo de algún bajón, o de algún quilombo es como que me pongo re en positivo, yo siempre digo que es necesario una dosis de tristeza para poder apreciar más los momentos buenos. Y ahora que lo pienso no es para nada descabellado, nunca lo fue.
Nunca les pasó de estar caminando por la calle, o en el bondi, y se quedan literalmente media hora mirando a un punto fijo, hasta que de repente BAM, gran reflexión. Y te cae una, dos, mil cuatrocientas treinta y siete fichas juntas. Ah no? Bueno, a mi si, siempre que estoy mal de repente me pongo bien gracias a esos "momentos" (si no es siempre es el 70% de las veces al menos)
Otra cosa que no voy a entender es a la gente que dice que soy gracioso, o buen pibe, o lindo, o lo que sea. Pero eso va más allá de ellos, son mambos mios.
No piensen que no lo sé, lo tengo re claro, sé que soy todo lo que me dicen, o al menos lo creo porque si lo dicen es por algo. Aunque mi peor enemigo es mi propia mente, y mi autoestima. Siempre la misma autoestima inexistente.
En fin, sigo vomitando reflexiones acá, para que nadie las lea.
out
/k
No hay comentarios:
Publicar un comentario